Sin resumen de edición |
|||
| Línea 4: | Línea 4: | ||
|Row 1 info = -- |
|Row 1 info = -- |
||
|Row 2 title = Dueño: |
|Row 2 title = Dueño: |
||
| − | |Row 2 info = Ookuninushi |
+ | |Row 2 info = [[Ookuninushi]] |
|Row 3 title = Primera aparición Manga: |
|Row 3 title = Primera aparición Manga: |
||
|Row 3 info = -- |
|Row 3 info = -- |
||
Revisión del 21:12 27 feb 2013
| Mazo de la Fortuna | |
|---|---|
| Nombre alternativo: |
-- |
| Dueño: | |
| Primera aparición Manga: |
-- |
| Primera aparición Anime: |
-- |
El Mazo de la Fortuna es un objeto usado para revertir el tiempo de una persona, o convertir algo sin valor en una mina de oro. Pertenece a Ookuninushi, el Dios de la Riqueza.
Apariciones del Mazo en la serie
El Martillo se ha utilizado en tres oportunidades durante la serie.
Narukami, La Diosa del Rayo
La primera vez fue cuando Narukami, para neutralizar a Tomoe y tomar la marca del Dios de la Tierra de la frente de Nanami. Para eso, lo convirtió en un niño y se marchó diciendo que la única forma de anular el hechizo de éste era convirtiéndose en uno de sus familiares.
Jugando con el Mazo
La segunda vez, como el Mazo quedó en el Templo Mikage luego de devolver a Tomoe a su estado original, Onikiri y Kotetsu comenzaron a jugar golpeando cosas con el Mazo (incluidos ellos mismos). Cuando fueron ambos golpeados por el Mazo, se muestran con apariencia adulta frente a Tomoe, quien, molesto por el uso indiscriminado de un objeto que no les pertenecía, afirma que ellos se ven ridículos.
Rescatando a Nanami
La tercera y última vez, fue para que Tomoe volviera a ser un demonio, ya que no tenía oportunidad contra Ikusagami, Dios de la Guerra, siendo un familiar y necesitaba abrir la entrada a Yomi-no-Kuni con urgencia para sacar a Nanami de allí. Después de haber rescatado a su ama, él se convirtió en prisionero por desafiar la autoridad de los Dioses al volverse nuevamente un Demonio dejando así su posición como familiar de la Diosa de la Tierra. Sin embargo, por voluntad propia decide volver al lado de Nanami y ser nuevamente un familiar.