Wiki Kamisama Hajimemashita (Kamisama Kiss)
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</gallery>Mientras Jirou y Nanami se encontraban aún en el árbol, abajo, Tomoe estaba tratando de actuar normal, sin embargo, se notaba a simple vista que estaba muy nervioso. Kurama bromea sobre el estado de ánimo del familiar ofreciendo llevarlo hasta el árbol si estaba tan preocupado por Nanami. Tomoe asegura no estar preocupado por Nanami. Esta vez más serio, Kurama vuelve a insistir en el tema a Tomoe, pues a Jirou de verdad parece gustarle Nanami. Tomoe responde a Kurama que, por mucho que a él le guste su ama, no puede obligarla a aceptar; sin embargo, ya que la vida humana es corta, si ella decide por su propia voluntad quedarse a vivir en la Montaña, él no la detendrá. Viendo que la conversación no llegaba a ninguna parte, Kurama advierte a Tomoe que no entiende para nada el mundo humano; su tiempo es corto, por eso, si no dice lo que siente a aquella humana, perderá para siempre la oportunidad de hacerlo. Tras las últimas palabras de Kurama, Tomoe no puede evitar pensar que tiene razón.
 
</gallery>Mientras Jirou y Nanami se encontraban aún en el árbol, abajo, Tomoe estaba tratando de actuar normal, sin embargo, se notaba a simple vista que estaba muy nervioso. Kurama bromea sobre el estado de ánimo del familiar ofreciendo llevarlo hasta el árbol si estaba tan preocupado por Nanami. Tomoe asegura no estar preocupado por Nanami. Esta vez más serio, Kurama vuelve a insistir en el tema a Tomoe, pues a Jirou de verdad parece gustarle Nanami. Tomoe responde a Kurama que, por mucho que a él le guste su ama, no puede obligarla a aceptar; sin embargo, ya que la vida humana es corta, si ella decide por su propia voluntad quedarse a vivir en la Montaña, él no la detendrá. Viendo que la conversación no llegaba a ninguna parte, Kurama advierte a Tomoe que no entiende para nada el mundo humano; su tiempo es corto, por eso, si no dice lo que siente a aquella humana, perderá para siempre la oportunidad de hacerlo. Tras las últimas palabras de Kurama, Tomoe no puede evitar pensar que tiene razón.
   
Después de esas palabras dichas por Jirou, Nanami no puede evitar enmudecer por un momento; Jirou interpreta ese silencio como una negativa a su respuesta, por lo que, después de cerrar los ojos y esbozar una sonrisa que denotaba haber perdido todo lo apostado con las palabras antes dichas (''"No estaría mal que te quedaras aquí."''), Jirou dice a la joven que no tome en cuenta lo anterior. Luego se acerca a ella y le devuelve las píldoras del Elixir de Melocotón, diciéndole que le pertenecen a ella. La chica dice que en un principio la medicina estaba destinada para Tomoe, sin embargo, él no la aceptó; eso no impide que ella se las dé cuando ella ya no pueda continuar a su lado. Después de esa charla, ya que la muchacha no desea quedarse, Jirou pide a Nanami si puede quedarse un poco de tiempo más antes de partir a su hogar. En su fuero interno, Jirou piensa que ha sido profundamente marcado por la mirada de aquella joven y que, cuando cierre los ojos, podrá estar junto con ella otra vez bajo las flores de cerezo.
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Después de esas palabras dichas por Jirou, Nanami no puede evitar enmudecer por un momento; Jirou interpreta ese silencio como una negativa a su respuesta, por lo que, después de cerrar los ojos y esbozar una sonrisa que denotaba haber perdido todo lo apostado con las palabras antes dichas (''"No estaría mal que te quedaras aquí."''), Jirou dice a la joven que no tome en cuenta lo anterior. Luego se acerca a ella y le devuelve las píldoras del [[Elixir de Melocotón]], diciéndole que le pertenecen a ella. La chica dice que en un principio la medicina estaba destinada para Tomoe, sin embargo, él no la aceptó; eso no impide que ella se las dé cuando ella ya no pueda continuar a su lado. Después de esa charla, ya que la muchacha no desea quedarse, Jirou pide a Nanami si puede quedarse un poco de tiempo más antes de partir a su hogar. En su fuero interno, Jirou piensa que ha sido profundamente marcado por la mirada de aquella joven y que, cuando cierre los ojos, podrá estar junto con ella otra vez bajo las flores de cerezo.
   
 
Como prometió a Jirou, la joven Diosa de la Tierra retrasó un poco su viaje de regreso a casa, sin embargo, en el proceso quedó borracha al beber un fuerte vino. Tomoe se horroriza al ver a su ama en ese estado diciendo que cómo es posible para ella haber bebido de esa forma, si es menor de edad. En cuanto Nanami ve a Tomoe pregunta si ya se van a casa con una sonrisa y, nuevamente, Tomoe queda sin saber qué decir, pues no pensó que su ama querría irse de allí. Antes de marchar, Nanami agradece a Suirou por todo con un abrazo (el cual lo deja sumamente débil) y luego se va con Tomoe, siendo este último el responsable de llevarla en su espalda al la chica no poder caminar en ese estado. Después de caminar durante un tiempo con ella en la espalda, Nanami apoya su cabeza en la espalda de su familiar y confiesa que él es la persona a la que más quiere. Entonces, Tomoe gira su cabeza y le dice a Nanami que él también la quiere. Finalmente, Nanami y Tomoe llegan al [[Carro de niebla]], donde ya los espera Kurama y, aunque no se muestre cuando se van, dejan la Montaña Kurama.
 
Como prometió a Jirou, la joven Diosa de la Tierra retrasó un poco su viaje de regreso a casa, sin embargo, en el proceso quedó borracha al beber un fuerte vino. Tomoe se horroriza al ver a su ama en ese estado diciendo que cómo es posible para ella haber bebido de esa forma, si es menor de edad. En cuanto Nanami ve a Tomoe pregunta si ya se van a casa con una sonrisa y, nuevamente, Tomoe queda sin saber qué decir, pues no pensó que su ama querría irse de allí. Antes de marchar, Nanami agradece a Suirou por todo con un abrazo (el cual lo deja sumamente débil) y luego se va con Tomoe, siendo este último el responsable de llevarla en su espalda al la chica no poder caminar en ese estado. Después de caminar durante un tiempo con ella en la espalda, Nanami apoya su cabeza en la espalda de su familiar y confiesa que él es la persona a la que más quiere. Entonces, Tomoe gira su cabeza y le dice a Nanami que él también la quiere. Finalmente, Nanami y Tomoe llegan al [[Carro de niebla]], donde ya los espera Kurama y, aunque no se muestre cuando se van, dejan la Montaña Kurama.

Revisión del 04:45 26 may 2013

Capítulo 060
Capítulo Anterior:

Capítulo 059

Capítulo Siguiente:

Capítulo 061

Episodio homónimo:

--

Volumen del Manga:

10

Personajes que aparecen por primera vez:

--

Este capítulo pertenece al manga de Suzuki Julietta, Kamisama Kiss (Kamisama Hajimemashita). El resumen del capítulo puede contener spoilers (adelantos), si desea esperar a leer el capítulo no siga viendo esta página.

Resumen

Al lado del árbol de cerezo milenario, Nanami observa el cielo creyendo haber visto algo. Botanmaru pregunta qué sucede, ella responde que no es nada, sin embargo, en su fuero interno responde haber sentido la presencia de Jirou. Un Tengu se acerca corriendo hacia Nanami y los demás, mientras anuncia a viva voz que Jirou ha despertado y ahora está siendo atendido por Suirou.

Mientras tanto, en la habitación donde descansaba Jirou, Suirou comenta a su "hermano" que debería agradecer a esa chica por su efectiva medicina. Jirou miró durante unos instantes el pequeño frasco de píldoras de Elixir de Melocotón que sostenía con su mano izquierda y luego comenzó a hablar con Suirou sobre los planes para los siguientes días; mientras, Suirou aprovechaba de limpiar el cuerpo del futuro y ahora legítimo Cuarto Jefe. En eso, Nanami entra llena de júbilo a la habitación, sin embargo, al ver el torso desnudo de Jirou lleno de agua y jabón toda la alegría fue sustituida por la repentina vergüenza de ver a un hombre medio desnudo. Después de esa visión, Nanami se alejó corriendo del lugar pensando en que había pasado por alto durante dos días que Jirou se le había confesado.

En otro lugar de la Montaña Kurama, Nanami había llegado corriendo hasta donde se encontraba Tomoe quien, tras escuchar la historia de su ama, le dice sin siquiera mirarla que agradezca a Jirou por sus sentimientos ofrecidos para poder marchar esa misma noche a casa. Nanami queda algo estupefacta con la noticia de la pronta partida, entonces Tomoe recuerda a la joven que no pueden darse el lujo de dejar el Templo Mikage vacío por tantos días. Aún sin dirigirle una sola mirada, Tomoe dice que, si es su deseo, ella es libre de quedarse allí con ese tal Jirou y su séquito de cuervos siguiéndola; Nanami, por su parte, dice que entonces se quedará allí para probar si Tomoe dice algo para detenerla. Por supuesto, eso no sucede, así que la actitud medio enfadada, medio en broma, cambia a una más seria y triste en Nanami; sólo en ese instante, Tomoe se da cuenta que ha herido a su ama. Justo en el momento de más tensión en el aire Kurama entra a la habitación para avisar a ambos que se preparen para la cena de despedida de esa noche, bajo las ramas del árbol de cerezo milenario.

Esa noche, todos los Tengu y el grupo de Nanami, se sentaron bajo las flores de cerezo a celebrar la recuperación de la Montaña Kurama y la de su '"hermano" Jirou y, sobretodo, por su nombramiento oficial como Cuarto Jefe de la Montaña Kurama. Cuando Nanami llegó a la celebración Tomoe apartó un lugar junto a ella, sin embargo, inmediatamente fue utilizado por Mamoru; Jirou, como buen anfitrión de la fiesta, dijo a la joven que se sentara a su lado, gesto que Tomoe nota a una distancia prudencial de ambos. Ya sentada a su lado, Nanami agradece a Jirou haberla salvado de Raijiyuu; Jirou responde a sus agradecimientos diciendo que él es el agradecido, ya que su medicina ayudó a que se recuperara del todo. Después de un rato de conversación, Nanami se dice a sí misma que debe prepararse para rechazar de manera amable al Tengu mientras se lleva a la boca un poco de comida. Sin previo aviso, Jirou toma a Nanami y, extendiendo sus alas, la carga hasta el árbol de cerezo milenario; nuevamente Tomoe sigue a Nanami con la vista, pero esta vez quedando con la boca abierta de la sorpresa. Nanami, pudiendo pensar sólo en lo lejos que está respecto al suelo, cierra violentamente los ojos hasta que Jirou dice que los abra. La joven Diosa los abre y descubre que está rodeada de hermosas flores de cerezo. Tras maravillarse un rato del hermoso paisaje, Jirou pregunta a Nanami si le gusta la Montaña Kurama. La chica responde que sí, empezando a enumerar las cualidades que posee a su juicio. De un momento a otro el rostro de Jirou se torna completamente serio mientras dice a Nanami que no estaría mal si ella se quedara en la Montaña.

Mientras Jirou y Nanami se encontraban aún en el árbol, abajo, Tomoe estaba tratando de actuar normal, sin embargo, se notaba a simple vista que estaba muy nervioso. Kurama bromea sobre el estado de ánimo del familiar ofreciendo llevarlo hasta el árbol si estaba tan preocupado por Nanami. Tomoe asegura no estar preocupado por Nanami. Esta vez más serio, Kurama vuelve a insistir en el tema a Tomoe, pues a Jirou de verdad parece gustarle Nanami. Tomoe responde a Kurama que, por mucho que a él le guste su ama, no puede obligarla a aceptar; sin embargo, ya que la vida humana es corta, si ella decide por su propia voluntad quedarse a vivir en la Montaña, él no la detendrá. Viendo que la conversación no llegaba a ninguna parte, Kurama advierte a Tomoe que no entiende para nada el mundo humano; su tiempo es corto, por eso, si no dice lo que siente a aquella humana, perderá para siempre la oportunidad de hacerlo. Tras las últimas palabras de Kurama, Tomoe no puede evitar pensar que tiene razón.

Después de esas palabras dichas por Jirou, Nanami no puede evitar enmudecer por un momento; Jirou interpreta ese silencio como una negativa a su respuesta, por lo que, después de cerrar los ojos y esbozar una sonrisa que denotaba haber perdido todo lo apostado con las palabras antes dichas ("No estaría mal que te quedaras aquí."), Jirou dice a la joven que no tome en cuenta lo anterior. Luego se acerca a ella y le devuelve las píldoras del Elixir de Melocotón, diciéndole que le pertenecen a ella. La chica dice que en un principio la medicina estaba destinada para Tomoe, sin embargo, él no la aceptó; eso no impide que ella se las dé cuando ella ya no pueda continuar a su lado. Después de esa charla, ya que la muchacha no desea quedarse, Jirou pide a Nanami si puede quedarse un poco de tiempo más antes de partir a su hogar. En su fuero interno, Jirou piensa que ha sido profundamente marcado por la mirada de aquella joven y que, cuando cierre los ojos, podrá estar junto con ella otra vez bajo las flores de cerezo.

Como prometió a Jirou, la joven Diosa de la Tierra retrasó un poco su viaje de regreso a casa, sin embargo, en el proceso quedó borracha al beber un fuerte vino. Tomoe se horroriza al ver a su ama en ese estado diciendo que cómo es posible para ella haber bebido de esa forma, si es menor de edad. En cuanto Nanami ve a Tomoe pregunta si ya se van a casa con una sonrisa y, nuevamente, Tomoe queda sin saber qué decir, pues no pensó que su ama querría irse de allí. Antes de marchar, Nanami agradece a Suirou por todo con un abrazo (el cual lo deja sumamente débil) y luego se va con Tomoe, siendo este último el responsable de llevarla en su espalda al la chica no poder caminar en ese estado. Después de caminar durante un tiempo con ella en la espalda, Nanami apoya su cabeza en la espalda de su familiar y confiesa que él es la persona a la que más quiere. Entonces, Tomoe gira su cabeza y le dice a Nanami que él también la quiere. Finalmente, Nanami y Tomoe llegan al Carro de niebla, donde ya los espera Kurama y, aunque no se muestre cuando se van, dejan la Montaña Kurama.

Enlaces externos

Véase también