Wiki Kamisama Hajimemashita (Kamisama Kiss)
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Antes de entrar al templo sagrado, [[Kurama Shinjirou|Kurama]] pone a prueba el poder del Dios de la Tierra sobre su familiar en [[Tomoe]] para ver si efectivamente funciona el [[Talismanes|talismán]] proporcionado por [[Momozono Nanami|Nanami]]. Tras comprobar su eficacia, Nanami, advierte a Kurama que debe pegar el talismán que le entregó a su ropa antes de entrar al templo, y, tanto a Kurama como a Tomoe, que deben concentrarse en el plan. Por su parte, Tomoe pregunta a Nanami por qué trae una peluca tan ridícula en la cabeza, entonces ella replica que [[Suirou]] dijo que es la única forma de esconder su apariencia de mujer bajo un disfraz de hombre. En eso, la joven cambia repentinamente de tema y pregunta a Tomoe qué es lo que pasó a noche, el familiar le miente al decir a la chica que él estaba dormido y la abrazó mientras soñaba que pasaba gratos momentos en la casa de té de las [[Chicas Tanuki]], pero cuando despertó la encontró a ella y la situación se aclaró inmediatamente, por lo tanto, no debía hacerse ideas equivocadas. Después de esa decepcionante aclaración, Kurama, Tomoe, Nanami; junto a su pequeño Shikigami [[Mamoru]], y [[Botanmaru]] se disponen a entrar en el templo sagrado fingiendo ser, los tres últimos, la delegación de un Dios de la Tierra (Kurama). Antes de adentrarse en los aposentos de [[Jirou]], Tomoe, con el poder de su [[Hoja Mágica]] hace aparecer más sirvientes para que Kurama, como Dios de la Tierra, gane más credibilidad frente al Tengu. Finalmente, rodeado de sirvientes, Kurama realiza su entrada triunfal al templo sagrado, junto a Tomoe, diciendo que, como hijo del Tercer Jefe y Dios de la Tierra del [[Templo Mikage]], desea conocer al Cuarto Jefe. Jirou, no pudiendo negar la entrada a un Dios de la Tierra, deja pasar a Kurama al templo. Mientras esa pomposa entrada era llevada a cabo, Nanami y Botanmaru, sigilosamente, entraron tras todo ese séquito de sirvientes que proporcionó Tomoe a Kurama para poner en marcha la búsqueda de [[Joubou]].
 
Antes de entrar al templo sagrado, [[Kurama Shinjirou|Kurama]] pone a prueba el poder del Dios de la Tierra sobre su familiar en [[Tomoe]] para ver si efectivamente funciona el [[Talismanes|talismán]] proporcionado por [[Momozono Nanami|Nanami]]. Tras comprobar su eficacia, Nanami, advierte a Kurama que debe pegar el talismán que le entregó a su ropa antes de entrar al templo, y, tanto a Kurama como a Tomoe, que deben concentrarse en el plan. Por su parte, Tomoe pregunta a Nanami por qué trae una peluca tan ridícula en la cabeza, entonces ella replica que [[Suirou]] dijo que es la única forma de esconder su apariencia de mujer bajo un disfraz de hombre. En eso, la joven cambia repentinamente de tema y pregunta a Tomoe qué es lo que pasó a noche, el familiar le miente al decir a la chica que él estaba dormido y la abrazó mientras soñaba que pasaba gratos momentos en la casa de té de las [[Chicas Tanuki]], pero cuando despertó la encontró a ella y la situación se aclaró inmediatamente, por lo tanto, no debía hacerse ideas equivocadas. Después de esa decepcionante aclaración, Kurama, Tomoe, Nanami; junto a su pequeño Shikigami [[Mamoru]], y [[Botanmaru]] se disponen a entrar en el templo sagrado fingiendo ser, los tres últimos, la delegación de un Dios de la Tierra (Kurama). Antes de adentrarse en los aposentos de [[Jirou]], Tomoe, con el poder de su [[Hoja Mágica]] hace aparecer más sirvientes para que Kurama, como Dios de la Tierra, gane más credibilidad frente al Tengu. Finalmente, rodeado de sirvientes, Kurama realiza su entrada triunfal al templo sagrado, junto a Tomoe, diciendo que, como hijo del Tercer Jefe y Dios de la Tierra del [[Templo Mikage]], desea conocer al Cuarto Jefe. Jirou, no pudiendo negar la entrada a un Dios de la Tierra, deja pasar a Kurama al templo. Mientras esa pomposa entrada era llevada a cabo, Nanami y Botanmaru, sigilosamente, entraron tras todo ese séquito de sirvientes que proporcionó Tomoe a Kurama para poner en marcha la búsqueda de [[Joubou]].
   
Kurama y Tomoe llegan a una habitación en la que se encuentra Jirou, este recibe a Kurama expresando directamente que su visita no resulta para nada grata y, además, cuando Kurama explica que uno de los motivos para venir es ver a su enfermo padre, Jirou responde tajantemente que un hijo desertor no merece verlo, de hecho, ni siquiera tiene derecho a llamarse hijo de Joubou. Tomoe, mientras Jirou lanzaba aquellas palabras a Kurama, no podía dejar de pensar que ese hombre vulgar había tocado a Nanami. Finalmente, Kurama dice que hoy no vino a pelear, al contrario, sólo había venido para felicitar al nuevo Jefe de la Montaña Kurama; por esa razón, ha traído un "tributo celestial". En realidad, dicho "tributo celestial", es un vino medicinal que intoxica de un solo trago en el mundo humano; Kurama espera que Jirou beba, pero este aún no lo hace. En vez de beber, el Cuarto Jefe pregunta a Kurama si sabe algo acerca de una Doncella Celestial que apareció bajo el árbol de cerezo milenario, el falso Dios de la Tierra dice que no, sin embargo, Tomoe se alarma al escuchar de la boca de Jirou acerca de una Doncella Celestial, ya que , probablemente esté hablando de Nanami; por su parte, Jirou sentencia que las mujeres están prohibidas en la Montaña Kurama, así que no habrá una próxima vez para ella, aún tratándose de una Doncella Celestial, queriendo decir que no dudará en expulsarla de allí a cualquier costo. Después de acabar su amenaza, Jirou por fin bebe un poco del "tributo celestial".
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Kurama y Tomoe llegan a una habitación en la que se encuentra Jirou, este recibe a Kurama expresando directamente que su visita no resulta para nada grata y, además, cuando Kurama explica que uno de los motivos para venir es ver a su enfermo padre, Jirou responde tajantemente que un hijo desertor no merece verlo, de hecho, ni siquiera tiene derecho a llamarse hijo de Joubou. Tomoe, mientras Jirou lanzaba aquellas palabras a Kurama, no podía dejar de pensar que ese hombre vulgar había tocado a Nanami. Finalmente, Kurama dice que hoy no vino a pelear, al contrario, sólo había venido para felicitar al nuevo Jefe de la [[Montaña Kurama]]; por esa razón, ha traído un "tributo celestial". En realidad, dicho "tributo celestial", es un vino medicinal que intoxica de un solo trago en el mundo humano; Kurama espera que Jirou beba, pero este aún no lo hace. En vez de beber, el Cuarto Jefe pregunta a Kurama si sabe algo acerca de una Doncella Celestial que apareció bajo el árbol de cerezo milenario, el falso Dios de la Tierra dice que no, sin embargo, Tomoe se alarma al escuchar de la boca de Jirou acerca de una Doncella Celestial, ya que , probablemente esté hablando de Nanami; por su parte, Jirou sentencia que las mujeres están prohibidas en la Montaña Kurama, así que no habrá una próxima vez para ella, aún tratándose de una Doncella Celestial, queriendo decir que no dudará en expulsarla de allí a cualquier costo. Después de acabar su amenaza, Jirou por fin bebe un poco del "tributo celestial".
   
 
Mientras Kurama y Tomoe estaban con Jirou, Nanami y Botanmaru recorrían en ese momento los largos pasillos de las inmediaciones del templo sagrado en busca de Joubou, con el último haciendo de guía. Por desgracia, el pequeño Botanmaru parecía tan perdido que Mamoru, en su forma humana, le propinó una patada y le llamó idiota. Después de aquello, el Shikigami anuncia que, la razón por la cual están andando en círculos, es debido a que el poder de Jirou no está siendo debilitado y, mientras eso no cambie, ellos seguirán deambulando sin rumbo alguno. Los pensamientos de Nanami se dirigen hacia Kurama y Tomoe, a quienes se les ha encomendado la tarea de debilitar a Jirou.
 
Mientras Kurama y Tomoe estaban con Jirou, Nanami y Botanmaru recorrían en ese momento los largos pasillos de las inmediaciones del templo sagrado en busca de Joubou, con el último haciendo de guía. Por desgracia, el pequeño Botanmaru parecía tan perdido que Mamoru, en su forma humana, le propinó una patada y le llamó idiota. Después de aquello, el Shikigami anuncia que, la razón por la cual están andando en círculos, es debido a que el poder de Jirou no está siendo debilitado y, mientras eso no cambie, ellos seguirán deambulando sin rumbo alguno. Los pensamientos de Nanami se dirigen hacia Kurama y Tomoe, a quienes se les ha encomendado la tarea de debilitar a Jirou.
   
Efectivamente, como había predicho Mamoru, el poder de Jirou no se encontraba debilitado. A pesar de hacerle beber el "tributo celestial", el Cuarto Jefe no había relajado ni un sólo músculo; en cambio, tenía a Kurama casi a su límite al también estar bebiendo junto al Tengu para que éste no sospechara del contenido del vino. Al verlo ya bastante debilitado, un molesto Jirou pregunta a su hermano si en serio pensaba envenenarlo con un trago tan débil que no es capaz ni de nublar su mente; entonces, viendo que la situación se escapaba se sus manos, Tomoe cambia los planes y se transforma en Nanami provocando que las barreras del templo por fin se debiliten. Jirou se traga la farsa de Tomoe y, mientras este le sirve el "tributo celestial" con la forma de Nanami, la verdadera Nanami y Botanmaru por fin logran dar con el cuarto de Joubou. [[Yatori]] ve pasar al cuarto de Joubou a ambos y se pregunta por qué la barrera de Jirou falló tan del golpe. Por otro lado, en la habitación de Jirou, Tomoe y Kurama, el Cuarto Jefe, instado por las acciones de Tomoe fingiendo ser Nanami, admite que quizás ella le guste un poco; sin embargo, no hay forma alguna en que una mujer pudiera perturbarlo e él. Por su parte, Tomoe no se explica por qué, pero se siente tremendamente molesto al escuchar esa declaración de la boca de Jirou. El Tengu se pone nervioso a medida que la cercanía de "Nanami" disminuye y, cuando él descubre la trampa, vuelve a su verdadera forma para exclamar molesto que ser un hombre y un guerrero no basta para amar a Nanami; y que, además, es molesto ver como él actúa, ya que le recuerda a su propia actitud frente a la joven. Jirou suaviza la mirada pensando en que ya conoce el nombre de su Doncella Celestial. En ese momento de completa debilidad, Yatori irrumpe violentamente en la habitación molesto con Jirou al permitir que todas las barreras del templo cayeran de la nada; también le dice que él no ha cumplido sus expectativas, ya que un mono y dos cuervos se han colado en el templo. Al ver la peligrosa situación, Tomoe va a arremeter contra ambos, sin embargo, es detenido por la restricción de palabras de Kurama, quien acaba de despertarse e ignora todo lo que ha ocurrido.
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Efectivamente, como había predicho Mamoru, el poder de Jirou no se encontraba debilitado. A pesar de hacerle beber el "tributo celestial", el Cuarto Jefe no había relajado ni un sólo músculo; en cambio, tenía a Kurama casi a su límite al también estar bebiendo junto al [[:Categoría:Tengu|Tengu]] para que éste no sospechara del contenido del vino. Al verlo ya bastante debilitado, un molesto Jirou pregunta a su hermano si en serio pensaba envenenarlo con un trago tan débil que no es capaz ni de nublar su mente; entonces, viendo que la situación se escapaba se sus manos, Tomoe cambia los planes y se transforma en Nanami provocando que las barreras del templo por fin se debiliten. Jirou se traga la farsa de Tomoe y, mientras este le sirve el "tributo celestial" con la forma de Nanami, la verdadera Nanami y Botanmaru por fin logran dar con el cuarto de Joubou. [[Yatori]] ve pasar al cuarto de Joubou a ambos y se pregunta por qué la barrera de Jirou falló tan del golpe. Por otro lado, en la habitación de Jirou, Tomoe y Kurama, el Cuarto Jefe, instado por las acciones de Tomoe fingiendo ser Nanami, admite que quizás ella le guste un poco; sin embargo, no hay forma alguna en que una mujer pudiera perturbarlo e él. Por su parte, Tomoe no se explica por qué, pero se siente tremendamente molesto al escuchar esa declaración de la boca de Jirou. El Tengu se pone nervioso a medida que la cercanía de "Nanami" disminuye y, cuando él descubre la trampa, vuelve a su verdadera forma para exclamar molesto que ser un hombre y un guerrero no basta para amar a Nanami; y que, además, es molesto ver como él actúa, ya que le recuerda a su propia actitud frente a la joven. Jirou suaviza la mirada pensando en que ya conoce el nombre de su Doncella Celestial. En ese momento de completa debilidad, Yatori irrumpe violentamente en la habitación molesto con Jirou al permitir que todas las barreras del templo cayeran de la nada; también le dice que él no ha cumplido sus expectativas, ya que un mono y dos cuervos se han colado en el templo. Al ver la peligrosa situación, Tomoe va a arremeter contra ambos, sin embargo, es detenido por la restricción de palabras de Kurama, quien acaba de despertarse e ignora todo lo que ha ocurrido.
   
 
==Enlaces externos==
 
==Enlaces externos==

Revisión del 14:33 8 abr 2013

Capítulo 056
Capítulo Anterior:

Capítulo 055

Capítulo Siguiente:

Capítulo 057

Episodio homónimo:

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Personajes que aparecen por primera vez:

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Este capítulo pertenece al manga de Suzuki Julietta, Kamisama Kiss (Kamisama Hajimemashita). El resumen del capítulo puede contener spoilers (adelantos), si desea esperar a leer el capítulo no siga viendo esta página.

Resumen

Antes de entrar al templo sagrado, Kurama pone a prueba el poder del Dios de la Tierra sobre su familiar en Tomoe para ver si efectivamente funciona el talismán proporcionado por Nanami. Tras comprobar su eficacia, Nanami, advierte a Kurama que debe pegar el talismán que le entregó a su ropa antes de entrar al templo, y, tanto a Kurama como a Tomoe, que deben concentrarse en el plan. Por su parte, Tomoe pregunta a Nanami por qué trae una peluca tan ridícula en la cabeza, entonces ella replica que Suirou dijo que es la única forma de esconder su apariencia de mujer bajo un disfraz de hombre. En eso, la joven cambia repentinamente de tema y pregunta a Tomoe qué es lo que pasó a noche, el familiar le miente al decir a la chica que él estaba dormido y la abrazó mientras soñaba que pasaba gratos momentos en la casa de té de las Chicas Tanuki, pero cuando despertó la encontró a ella y la situación se aclaró inmediatamente, por lo tanto, no debía hacerse ideas equivocadas. Después de esa decepcionante aclaración, Kurama, Tomoe, Nanami; junto a su pequeño Shikigami Mamoru, y Botanmaru se disponen a entrar en el templo sagrado fingiendo ser, los tres últimos, la delegación de un Dios de la Tierra (Kurama). Antes de adentrarse en los aposentos de Jirou, Tomoe, con el poder de su Hoja Mágica hace aparecer más sirvientes para que Kurama, como Dios de la Tierra, gane más credibilidad frente al Tengu. Finalmente, rodeado de sirvientes, Kurama realiza su entrada triunfal al templo sagrado, junto a Tomoe, diciendo que, como hijo del Tercer Jefe y Dios de la Tierra del Templo Mikage, desea conocer al Cuarto Jefe. Jirou, no pudiendo negar la entrada a un Dios de la Tierra, deja pasar a Kurama al templo. Mientras esa pomposa entrada era llevada a cabo, Nanami y Botanmaru, sigilosamente, entraron tras todo ese séquito de sirvientes que proporcionó Tomoe a Kurama para poner en marcha la búsqueda de Joubou.

Kurama y Tomoe llegan a una habitación en la que se encuentra Jirou, este recibe a Kurama expresando directamente que su visita no resulta para nada grata y, además, cuando Kurama explica que uno de los motivos para venir es ver a su enfermo padre, Jirou responde tajantemente que un hijo desertor no merece verlo, de hecho, ni siquiera tiene derecho a llamarse hijo de Joubou. Tomoe, mientras Jirou lanzaba aquellas palabras a Kurama, no podía dejar de pensar que ese hombre vulgar había tocado a Nanami. Finalmente, Kurama dice que hoy no vino a pelear, al contrario, sólo había venido para felicitar al nuevo Jefe de la Montaña Kurama; por esa razón, ha traído un "tributo celestial". En realidad, dicho "tributo celestial", es un vino medicinal que intoxica de un solo trago en el mundo humano; Kurama espera que Jirou beba, pero este aún no lo hace. En vez de beber, el Cuarto Jefe pregunta a Kurama si sabe algo acerca de una Doncella Celestial que apareció bajo el árbol de cerezo milenario, el falso Dios de la Tierra dice que no, sin embargo, Tomoe se alarma al escuchar de la boca de Jirou acerca de una Doncella Celestial, ya que , probablemente esté hablando de Nanami; por su parte, Jirou sentencia que las mujeres están prohibidas en la Montaña Kurama, así que no habrá una próxima vez para ella, aún tratándose de una Doncella Celestial, queriendo decir que no dudará en expulsarla de allí a cualquier costo. Después de acabar su amenaza, Jirou por fin bebe un poco del "tributo celestial".

Mientras Kurama y Tomoe estaban con Jirou, Nanami y Botanmaru recorrían en ese momento los largos pasillos de las inmediaciones del templo sagrado en busca de Joubou, con el último haciendo de guía. Por desgracia, el pequeño Botanmaru parecía tan perdido que Mamoru, en su forma humana, le propinó una patada y le llamó idiota. Después de aquello, el Shikigami anuncia que, la razón por la cual están andando en círculos, es debido a que el poder de Jirou no está siendo debilitado y, mientras eso no cambie, ellos seguirán deambulando sin rumbo alguno. Los pensamientos de Nanami se dirigen hacia Kurama y Tomoe, a quienes se les ha encomendado la tarea de debilitar a Jirou.

Efectivamente, como había predicho Mamoru, el poder de Jirou no se encontraba debilitado. A pesar de hacerle beber el "tributo celestial", el Cuarto Jefe no había relajado ni un sólo músculo; en cambio, tenía a Kurama casi a su límite al también estar bebiendo junto al Tengu para que éste no sospechara del contenido del vino. Al verlo ya bastante debilitado, un molesto Jirou pregunta a su hermano si en serio pensaba envenenarlo con un trago tan débil que no es capaz ni de nublar su mente; entonces, viendo que la situación se escapaba se sus manos, Tomoe cambia los planes y se transforma en Nanami provocando que las barreras del templo por fin se debiliten. Jirou se traga la farsa de Tomoe y, mientras este le sirve el "tributo celestial" con la forma de Nanami, la verdadera Nanami y Botanmaru por fin logran dar con el cuarto de Joubou. Yatori ve pasar al cuarto de Joubou a ambos y se pregunta por qué la barrera de Jirou falló tan del golpe. Por otro lado, en la habitación de Jirou, Tomoe y Kurama, el Cuarto Jefe, instado por las acciones de Tomoe fingiendo ser Nanami, admite que quizás ella le guste un poco; sin embargo, no hay forma alguna en que una mujer pudiera perturbarlo e él. Por su parte, Tomoe no se explica por qué, pero se siente tremendamente molesto al escuchar esa declaración de la boca de Jirou. El Tengu se pone nervioso a medida que la cercanía de "Nanami" disminuye y, cuando él descubre la trampa, vuelve a su verdadera forma para exclamar molesto que ser un hombre y un guerrero no basta para amar a Nanami; y que, además, es molesto ver como él actúa, ya que le recuerda a su propia actitud frente a la joven. Jirou suaviza la mirada pensando en que ya conoce el nombre de su Doncella Celestial. En ese momento de completa debilidad, Yatori irrumpe violentamente en la habitación molesto con Jirou al permitir que todas las barreras del templo cayeran de la nada; también le dice que él no ha cumplido sus expectativas, ya que un mono y dos cuervos se han colado en el templo. Al ver la peligrosa situación, Tomoe va a arremeter contra ambos, sin embargo, es detenido por la restricción de palabras de Kurama, quien acaba de despertarse e ignora todo lo que ha ocurrido.

Enlaces externos

Véase también